lunes, 12 de febrero de 2007

Aventura en el río San Pedro

Nos fuimos de viaje con mi familia y unos amigos a Petén. Aprovechamos que teníamos la invitación para ir a varias reservas naturales del área, las cuales no están abiertas al público.

La primer visita fue a la Laguna del Tigre, la cual aún no entiendo el porqué de su nombre, ya que en realidad es un río, el río San Pedro. Ibamos navegando tranquilamente, el río es realmente apacible, de aguas verdes y obscuras. Estaba sentada a la orilla de la lancha viendo la vegetación y escuchaba lo que el guía nos iba diciendo y contando sobre la región. Nos contó de la diversidad de peces que eran protegidos en el río a pesar que hay areas autorizadas de pezca para los lugareños. Llegamos a un muelle y descendimos de la lancha para subir la montaña y llegar a un mirador muy rústico hecho de troncos, sin embargo con una vista preciosa del río, lancheros y algunos humedales. Estando ahi arriba, nos contaron que el río estaba lleno de cocodrilos y que por las noches generalmente salían a la superficie. Me quede admirando y el río me seguia pareciendo extremadamente apacible.

Bajamos del mirador y la siguiente atracción era dar un paseo siempre en lancha, exactamente en el área de los cocodrilos. La verdad es que me emocioné muchisimo, ya que me gusta todo lo extremo y las emociones fuertes. Entonces preparé la cámara, me subí a la lancha, me pusé el sombrero para protegerme del sol y arrancamos. La lancha se iba desplazando lentamente con el fin de no asustar a los cocodrilos y que éstos se escondieran, sin embargo todo fue en vano, no logramos ver un solo cocodrilo.

Seguimos nuestro recorrido y vimos muchas aves exóticas y una flora increible. Le pedí al lanchero nos acercaramos un poco a la orilla, ya que quería bajar y tomar algunas fotos de la vista tan preciosa y del reflejo del cielo y los manglares en el río. Mientras nos acercabamos lentamente a la orilla fui preparando la cámara nuevamente. De repente me di la vuelta y cual fue mi sorpresa al ver a un cocodrilo de tamaño regular sobre unos bejucos en el río posando para el lente de mi cámara. No dude en disparar y al segundo el cocodrilo se hechó al agua y no volvió a salir. La experiencia fue increible y me sentí como en un documental del Discovery Channel.

A continuación les dejo la evidencia para que no quede una sola duda!



6 comentarios:

M@CO dijo...

Hola mi amor!!!!! usted me conto sobre su viaje, pero al leer lo que escribio me parecio estar en el lugar.

La amo mi vida!!!!

Su Makito!!

Luis FIGUEROA dijo...

¡Wow!, ¿vio guacamayas? Yo tuve la suerte de ir a esa parte de Petén cuando viajé a Waka-El Perú. También he estado en El Mirador y si le gustan esas aventuras se lo recomiendo de verdad. Eso sí, el viaje a El Mirador toma cinco días y es toda una aventura. Saludos y que dicha que conoce así Guatemala.

guatebike dijo...

me parecio interesantisimo el articulo de tu paseo ecologico.. y lo que mas me gusto es la busca de aventuras que tienes..ese es el verdadero espiritu explorador que todo deberiamos tener.. debemos ir tras las aventuras y no verlas pasar delante de nuestros ojos..saludos que estes bien

Chilis dijo...

Que bueno que te guste tanto ese tipo de aventuras. Aqui en Guate tenemos tantas opciones para aventurarnos y no las aprovechamos, creemos que es necesario ir a otros paises, cuando la verdad es que aqui tenemos un monton.

Serendipity dijo...

Pues bien Luis, no tuve la oportunidad de ver guacamayas, pero si otras especies de aves que uno en la ciudad no tiene ni idea que existen. A El Mirador no he ido aún, pero esta en mi agenda, así que si hay algo en especial que recomendar, será bienvenido.

Serendipity dijo...

Para ustedes que también les gusta la aventura, hay muy buenas expediciones y conocer Guatemala es hermoso y bastante accesible, no hay nada mejor que la combinanción de la naturaleza y la aventura.